jueves, 13 de mayo de 2010

El Príncipe Felipe volvió a casa con la 'corona' (EC)



“Uno tiene su corazón decantado”, señaló el Príncipe Felipe a Tele5 unos minutos antes del pitido inicial. En el palco del Hamburgo Arena, fue una de las personalidades que más festejó el segundo gol de la noche, el que remató Forlán con los cordones de su bota derecha. El heredero llegó a la ciudad germana pocas horas antes del choque y vivió in situ cómo se cerró la peor racha de la historia del club de Manzanares: 14 años sin ningún título y 48 que no se reinaba en Europa. El Príncipe no había nacido y, ayer, por primera vez, volvió a casa con la 'corona' puesta y su bufanda del Atlético al cuello.

Al final, él fue uno más entre los 15.000 seguidores que cantaron el himno rojiblanco al finalizar el partido en el estadio, 30.000 en Neptuno. Fue el tradicional, el del centenario –de Joaquín Sabina- ya lo cantarán cuando pisen Madrid. El cantante fue invitado por Enrique Cerezo pero un concierto en Costa Rica le impidió ir a cumplir como ‘atlético’. Además, le recomendaron no ver el partido para salir ante su público con la voz entera. Como en los tres anteriores, saltó a escena con bombín y la camiseta rojiblanca.

El rojiblanco de Don Felipe acudió acompañado al estadio por Miguel Sebastián (ministro de Industria, Turismo y Comercio), quien recibió el abrazo de su alteza cuando Forlán hizo el segundo gol y Jaime Lissavetzky (secretario de Estado para el Deporte). Fue un vuelo que salió de Madrid muy justo, a las 17 horas. Sebastián fue uno de los pocos ‘ilustres’ que bajó al vestuario para felicitar a los héroes de la noche.

Más informal, el ‘We are the champions’ -de Queen-, lo tatarearon otros personajes ilustres que llenaron un ‘Avión VIP’ a la ida y a la vuelta. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar; el seleccionador nacional Vicente del Bosque y Alejandro Blanco (presidente del Comité Olímpico Español) representaron las altas esferas de nuestro balompié.

De las bufandas del Madrid a las del Atlético

La Comunidad madrileña actual, por primera vez pudo celebrar algo que no tenga que ver con el Real Madrid, en cuanto a fútbol de clubes se refiere. Esperanza Aguirre (presidenta), Ignacio González González (vicepresidente), Francisco Granados (consejero de presidencia), Salvador Victoria Bolívar (secretario general del consejo de gobierno) y Francisco Javier Hernández (viceconsejero de deportes) se rodearon de bufandas rojiblancas.

Por parte del Ayuntamiento faltó la ‘principal’ cabeza, asistieron Manuel Cobo (vicealcalde) y José Manuel Berzal (concejal de Coordinación Territorial de la Comunidad de Madrid). Pero finalmente el Alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón no pudo acudir al partido por problemas con su vuelo programado a las 15.30h., se retrasó más de tres horas y ya era imposible llegar al pitido inicial.

Lógicamente, también estuvieron presentes Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín, presidente y consejero delegado del Atlético de Madrid, respectivamente, también el Dr. Guillén que acababa de operar a Asenjo unas horas antes; y por el Fulham, entre otros, su director general Mark Collins y el dueño del modesto club de Londres, Mohamed Al-Fayeh. Además, su hincha más internacional, el actor Hugh Grant estuvo acompañado en todo momento por una señora rubia 'sin identificar'.

Los empleados del club recibirán paga extra

Esos son los nombres importantes para la sociedad, para el club rojiblanco son otros anónimos, los empleados. Viajaron todos excepto tres, que se quedaron en las oficinas. Si para la plantilla del Atlético, levantar el trofeo ex UEFA supone repartir entre todos 2 millones de euros, para los trabajadores equivale a una paga extra. Doble alegría para las caras más ‘desconocidas’ de la entidad. Y la euforia no se queda ahí, habrá otra extra si se levanta también la Copa del Rey.

“¡Por fin!”. Abrazos, unión y la sensación de volver a situar el nombre de Atlético de Madrid en España y en Europa. Una década de ‘Segunda’ convertida en una lucha por el trono continental con la disputa de la Supercopa de Europa en verano. Neptuno volvió a utilizarse, se llenó y esa noche, por fin, fue Cibeles quien tuvo envidia sana.

Jesús Gil, ante la afición, dijo cuando se consiguió el doblete hace 14 años que estaban con esas dos copas porque se habían echado “cojones”. Lo de la noche de ayer fue algo parecido. Agüero y Forlán recibieron un premio a su labor en una pobre temporada en Liga. Pero a quién le importa eso si se puede conseguir otro doblete o tetrablete (con las supercopas).

(Artículo escrito en El Confidencial)

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