Eso de "yo no hablo de los árbitros" debe para tíos finos y estiraos. Los del 'patapumparriba' tienen otro tipo de clase y colocan a los hombres de negro donde creen que se merecen. Don Javier Clemente -este miércoles por la noche- dijo que al árbitro Ayza Gámez "habría que meterle en el congelador con el anisakis", que no con una botella de anís.
El de Barakaldo, muy bien de la vista, dijo que "no pitó tres penaltis muy claros". Ahí ya empiezo a dudar de lo del anís. ¿Habría bebido alguien antes del partido algo? Ya lo dice el refrán: 'si te comes anisakis con anís, a lo mejor no ves tres penaltís'.
Su reivindicación ante la prensa no termina ahí. No sólo pide a la RFEF (rfef) que manden a un árbitro a la nevera, perdón... al congelador o al Annapurna; sino que también exige un trato igualitario para todos los humanos del mundo. "No somos muy buenos, pero quiero algo de igualdad". Pónganse de pie porque de manera similar empezó Martin Luther King Jr.
No lo dijo en público, pero esto tenía escrito Clemente:
"¡Hoy tengo un sueño!
Tengo un sueño de que algún día cada árbitro sea cambiado, de que las amarillas y las rojas por pisotones se conviertan en simples amonestaciones. Las entradas más duras serán leves empujones; los penaltis dudosos a nuestro favor serán pitados ¡y la gloria de Villar será revelada y todo el género vasco se verá junto!".
Un gran orador que reclama justicia, simplemente eso. Las desigualdades sociales lo tienen crudo con Javi Clemente. Que no se rinda porque así empiezan los cambios. Unámonos a su causa y gritemos... (voz de William Wallace) ¡¡¡Liiiibeeeertaaaaad!!!
El equipo de Clemente, el Valladolid, había perdido en el Vicente Calderón 3-1.
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