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Este fin de semana, Cristiano Ronaldo ha hablado para los medios de su país portugués sobre el primer año en el Real Madrid. Lo más destacado: "Me he sentido frustrado porque no he ganado nada; soy un insatisfecho por naturaleza". Hombre... ¿nada de nada? En su cuenta bancaria seguro que ha apreciado que hay 13 millones de euros que ya es algo. Pero claro, como es un insatisfecho seguro que él quería más y más.
Es cierto que sobre el terreno de juego siempre se le ve 'con hambre'. Necesitado de goles, triunfos y títulos. Sube y baja la banda como queriendo hacer todo él solo. Pero esa necesidad de protagonismo se pensaba que era sólo en un terreno de juego, no en la vida cotidiana, como ha dejado claro en su "insatisfecho por naturaleza".
Trasladando su comportamiento en el campo hacia fuera del mismo, tenemos a una persona metódica y maniática. Imaginemos los vestuarios, CR9 abriendo los champús y geles de todos; eso sí, él sería el primero en ducharse, cambiarse y echarse gomina. Quién sabe si también él quiere hacer labores que no le corresponden, como alisar el cabello a Sergio Ramos.
A esa manía de querer hacer todo él (por supuesto, en su casa incluso cocina para el servicio y hasta les hace sus camas) se une la 'insatisfacción'. Cuando sale de cena, siempre le sirven dos platos porque con uno se queda con hambre. Si va a comer pollo asado hablaremos de pollos asados. Cuando sale de fiesta es un espectáculo. 'Por favor, cinco cervezas y tres cubatas', dice al camarero.
Los 96 puntos que el Madrid ha cosechado en Liga le parecen pocos, al igual que los 32 goles anotados en los 33 partidos que ha jugado con la camiseta blanca. Todo es poco para él, se trata de CR9. Esperemos que Portugal llegue lejos en el Mundial porque de lo contrario, durante sus vacaciones intentará satisfacer todo lo que el fútbol no ha hecho. Por cierto, en la cama, Cristiano no se encuentra a gusto hasta que no echa