El titular impacta de por sí. No hace falta añadir muchos datos más para captar la atención del lector. Esas personas que viven de pegar patadas a una pelota y que normalmente responden lo mismo en todas las ruedas de prensa (vale, las preguntas también suelen ser las mismas), apasionados de los tópicos y cuya carrera de estudiante suelen terminarla a la par que firman su primer contrato profesional... ¡una de esas personas ha escrito un libro!. Calma, no tiene muchas páginas y sí fotografías.
Piqué es un crack. Para colmar su felicidad sólo le falta plantar un árbol y tener un hijo, ha logrado lo más difícil para un futbolista. Habría que imaginarle salir corriendo de las duchas del Camp Nou, sin hacer declaraciones para concentrarse en su novela. Es una historia basada en sus años de experiencia en el fútbol -tiene 23 y lleva cinco como profesional-.
Hombre, por tiempo no será. Curra cerca de tres horas al día (más algo de gimnasio adicional y opcional) y por muchos anuncios que haga o fiestas a las que sea invitado puede sacar algo para avanzar su novela. Hoy en día, hacen unos portátiles tan pequeños que hasta podría llevarselo consigo y así no perder el detalle del momento. Lo mismo juega con uno encima, por eso es tan alto (1.92m). Lo lleva escondido en sus zapatillas.
La novela la sacará en abril y sólo en catalán; no querrá que el resto de España nos enteremos de sus cosas. Que sepa que los valencianos y mallorquines nos chivarán algo; aunque sean ideas sueltas. ¿Será una estrategia de márketing? Lo cierto es que ningún libro de fúttbol ha sido jamás un 'best seller' y eso que ha habido escritores (de verdad) que se han puesto con ello. Suelen ser libros que acompañan la euforia de un momento; no es como el Quijote, que es para toda la vida y tanto historia como autor no pierden protagonismo. Piqué, con una Champions menos, venderá también menos.
Antonio Gala no debe preocuparse. Ni nadie que aspire al Premio Planeta, Piqué ya tiene mucho dinero y esto sólo lo hace por satisfacer su ego; no pretende ganarse la vida escribiendo. Al menos, de momento. Quizás le coja posteriormente el gustillo y hasta pegue esta afición a compañeros suyos de selección como Dani Güiza o Sergio Ramos, por poner dos ejemplos realistas.
No se sabe si es por ahorrarse unas pelillas -como buen catalán- porque normalmente las biografías o historias de este tipo las suele hacer un plumilla. También puede ser un desconfiado y a saber qué pone después el periodista... a ver si hay que revisar el 'tocho' que escriba.
En cualquier caso, lo que no ha hecho es seguir el ejemplo de Ana Rosa Quintana. Ni Keita, ni Abidal, ni Touré ni el mismísimo Henry han colaborado activamente en la redacción del libro. Ellos se han quedado tan extrañados como el resto de personas y, por lo tanto, quiere decir que no sabían nada.
Steven Spielberg tendrá más madera sobre la que trabajar. Una buena historia para llevarla a la gran pantalla y desterrar el tópico de que fútbol y literatura se llevan 'a patadas'. Seguro. Total, el cantante (que escribía sus canciones) más famoso de España fue futbolista... Julio Iglesias. ¿Por qué no Piqué puede llegar a ganar premios? Dar charlas en universidades y, qué leches, ¡el Nobel de literatura!.
(Borges llamaba al fútbol "cosa estúpida de ingleses". Y la inglesa Virginia Wolff comparó la presencia de una mujer en un estadio con la de un judío en un campo de concentración)
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