22, 22, 22, 22, 22... diría el dúo sacapuntas en cualquiera de sus apariciones televisivas. Ese es el número de disparos a puerta que los de Del Bosque ejecutaron ayer ante Honduras. Si alguien cuenta un día que un equipo metió sólo 2 de los 22 tiros que disparó a portería, daría a entender de que se trata de la peor delantera del mundo; o con menos portería. O que la culpa la tiene Sara Carbonero.
Poco más se puede hacer en un encuentro para tratar de hacer 10 goles. ¡Ante Malta no tiramos tanto a portería pero metimos 12! Y eso que no estaban ni Villa ni Torres. Por nombre, ocasiones y talento, en la noche de ayer debían haber firmado un 'hat trick' o un 'tetrabrick' cada uno. Pero los disparos se iban fuera o bien se ejecutaban de mala manera.
El Jabulani no nos entiende. Ante Suiza pudimos hacer tres y nos fuimos de vacío, ante Honduras (¡viva!) pudieron ser ocho y nos quedamos en dos. Hasta ahora, la culpa de muchas cantadas de guardametas -o de que nadie haya metido un gol de falta- se la echábamos al Jabulani. Ahora, en España, los televidentes hicieron comentarios del tipo... "ese tiro, con un balón de toda la vida lo hubiera metido, ¡hombre ya!".
En Analítico, antes que en 'The Times', apuntamos con una sólida base que la culpa de la derrota ante Suiza la tenía Sara Carbonero. Al parecer, la novia de Iker Casillas, decidió para el choque ante Honduras cambiarse de lado cada parte para no coincidir en el mismo fondo que su chico. Es decir, que siempre coincidía con el ataque español. ¡Eureka! Tenemos culpable.
Pero a estas alturas y viendo los ánimos después del primer partido... disfrutemos del juego de la Roja, las jugadas de Villa, las subidas locas de Ramos, los recortes de Navas, los movimientos de Torres, los pases de Xabi Alonso, los cortes de Sergio Busquets o las heridas de Piquet en la cara. España ha vuelto a creer en sí misma y ha hecho disfrutar a los aficionados.
Ya entrará el Jabulani cuando más lo necesitemos.
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