(Tal y como ha iniciado España el campeonato, espero no ofender si por un instante no se habla del Mundial)
A pesar de sus 27 goles en esta Liga con el Real Madrid, a Higuaín algunos le han considerado un delantero muy bueno pero de segunda categoría para el Real Madrid. No fue fichado de un gran club europeo ni vino con la vitola del 'mejor jugador del mundo' como el todopoderoso CR9. Parecía mercancía de segunda la que aterrizó en el Santiago Bernabéu hace ya más de tres años, un invierno de 2006/07 en el que Ramón Calderón se sentaba en la mejor butaca del estadio madridista. Desde este jueves, las cosas han cambiado (y no porque Calderón ya no se siente en un asiento así; seguro que el de su domicilio es más confortable)
Sigue celebrando los goles de la misma manera. Con rabia. Sus 22 años a penas le han dejado vestir una decena de veces la camiseta albiceleste, con la que este jueves hizo historia al marcar tres goles en un mismo partido de un Mundial. Ya lleva tres más que España (perdón). En el vestuario argentino empieza a tener respeto, en el de Chamartín, también.
Esto no es cosa de una disputa en el terreno de juego; más bien en las hojas de un periódico. De los que estaban más a favor de CR9 que del 'Pipita' y al contrario. O de los que preferían que triunfasen los fichajes de Florentino por encima de los de Calderón. Resulta estridente para alguien ajeno pues se tratan de dos compañeros de equipo. Pero el fanatismo deportivo es común que invada el bolígrafo de un periodista.
Hoy, se han de unificar criterios y poner en el mismo saco a uno y otro. CR9 es muy guapo pero Higuaín marca muchos goles (de churro, de porras, de suerte y también bonitos). Posiblemente, Ronaldo nunca pueda hacer lo que el miércoles hizo Higuaín. Además de ganar con su selección y marcar (el portugués lleva 16 meses sin anotar con su equipo nacional) lo hizo por partida triple.
Eso tiene que dar un subidón mayor que el de ser portada de los calzoncillos de Calvin Klein. Cosa que, muy probablemente, Higuaín tampoco lo haga en un futuro. Aunque sea en pretemporada, el argentino podrá mirar a la cara al portugués sin ningún tipo de complejo.
El recién renovado por la entidad blanca firmará menos autógrafos, será menos mediático, usará pendientes más baratos, acaparará menos campañas publicitarias y cobrará este año casi 10 millones de euros menos... pero podrá decir que ha hecho un hattrick en un Mundial. Razón suficiente como para tener un peso similar al de Ronaldo en el ataque/vestuario del Real Madrid.
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