Es muy sencillo. Eduardo Inda, archidirector del periódico Marca, en su videoblog de hace unos días dijo que había que parar a Messi por lo civil o lo militar para el partido de este sábado en el Bernabéu. Él, como experto central que fue en su día jugando en el patio del colegio, sabía que si un niño de la otra clase era muy bueno e imposible de frenar, había que tomar otras medidas. Esa frase -por lo civil o lo militar- lleva implícita mensajes ocultos:
- Hay que extraditar a Messi a Argentina. Revisar su pasaporte, DNI, NIE o el carné del videoclub. Seguro que hay un motivo, una falta de orto-grafía para que el sábado no esté en España.
- Poner chinchetas en el AVE Barcelona-Madrid. No en las vías, sino en los vagones para que se pinchen los pies.
- Obligatoriedad de que Messi juegue con una venda en los ojos. ¿No dicen que es de otro mundo? Habrá que escribir en el nuevo reglamento que en caso de que un futbolista venga de un planeta distinto, diputará el partido sin visión (dicen que Messi se guía por radares sensitivos).
- Que el Madrid pueda jugar con tres más pero, la única condición es que esos tres individuos sean sólo para molestar a Messi. Uno para la pierna izquierda, otro para la derecha y el otro de recambio.
- Prohibido chupagol. Término acuñado en el patio del colegio en el que se prohibía la simple existencia de un delantero nato. Todos atacan y todos defienden. Messi, para hacer una de sus jugadas, tiene que arrancar desde su propia área.
- Regla de tres. Por esta sencilla regla de tres, no está permitido dar más de tres toque seguidos a la pelota por un mismo jugador.
Si con estas reglas, el Real Madrid todavía estuviese apurado para derrotar a Messi, perdón... FC Barcelona, entonces habría que recurrir también al patio del colegio, cuando los mayores se medían a los pequeños (y no en estatura): los pequeños empiezan con tres goles de ventaja, en este caso el Madrid.
Y si aún así el FC Messi gana... que le den los tres puntos y una medalla.
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