Ferrari, pionero en la carretera y ahora en el tema del reciclaje. Sí. El verde para el vidrio o gafas culo de botella; azul para papel, cartón y los clinex sin usar; amarillo para los tetrabricks de leche, zumo y caldos Gallina Blanca; y el rojo para los motores estropeados. Da igual de qué: el motor del coche, el de la moto, el de arranque, o el motor de Europa (Alemania). La Scuderia Ferrari los recogerá en camión azul fosforito, los arreglará y saldrá corriendo; perdón, y correrá con ellos.
Para el próximo Gran Premio de China, este fin de semana, utilizarán motores que rompieron en la primera carrera de Malaysia. ¡Suerte que Fernando Alonso y Felipe Massa los tiraron a un contenedor rojo!. Ferrari lleva tres motores averiados (de tres carreras) y las reglas permiten utilizar sólo ocho para todo el año. Recicla o morirás.
En Maranello, sede de Ferrari, los ingenieros recogen la pieza estropeada. Se lo dan a un tipo con bata blanca y gafas para que se lo arregle. Y ya está, ese es el proceso. Es capaz de transformar el motor de un coche de Scalextric a uno de Fórmula 1, como el que utilizó ya Alonso en su R29 del año pasado (bueno, no se sabe si era de un Scalextric o de un yo-yo eléctrico). En cualquier caso, no le avisaron de que había que tirar cada cierto tiempo de una cuerda... Lástima porque podía haber sido campeón del mundo.
Además de los motores de cuerda, existen propulsores 'Superguays'. Estos consisten en que, cuando el tipo de gafas y bata blanca arregla uno, los ingenieros -con ayuda de los pilotos- los pintan de colores. Precisamente este es el motor que utilizará Alonso para el GP de China. Con el motor 'Superguay', la escudería escribió en su página web que han alcanzado la "fiabilidad", que no felicidad, ni fertilidad o flexibilidad.
Cada día extienden su red de contenedores rojos. Tranquilo, querido lector, porque de momento sólo están por Italia. Que nadie te la dé diciendo que ha visto uno debajo de su casa. Eso no sería un contenedor, eso es que ha tirado un motor dentro de un mini rojo.
Veremos si realmente el trabajo del tipo de gafas y bata blanca (capaz de hacer divisiones decimales de cabeza) ha hecho una buena 'ñapa' y hace sonreir a Alonso y, de esa manera, a media España (a la otra media le cae mal).
Lo cierto es que es cierto lo.
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