
Siempre es bueno tener una motivación para iniciar un aprendizaje. Todo lo nuevo requiere un sacrificio e Ibrahimovic, después de un año, parece que ha encontrado su inspiración para aprender español; Pep Guardiola. El sueco dijo este miércoles en un perfecto castellano: "Guardiola no me quiere, sólo ha hablado conmigo dos veces en los últimos seis meses". Hay matrimonios que lo han superado pero este parece que va camino de divorcio e ibra tiene las maletas hechas hacia el Milán de Berlusconi.
Sin lágrimas en los ojos, Ibrahimovic está en el preludio de un ¿doloroso? episodio. Se va a divorciar de quien un día puso sus ojos en él, quien le iluminó y le dijo, "deja todo y quédate conmigo para siempre". Él, cegado por el brillo de las Copas que le prometió Pep, dejó su idilio con Massimo Moratti para estar al lado de su nuevo amigo.
Al principio todo era maravilloso. Viajaban juntos en el avión durante la pretemporada, ganaron la Supercopa de España, la de Europa, metió cinco goles en las cinco primeras jornadas ligueras...
Como cualquier pareja, los días pasaron y pensaron en el futuro. Guardiola le propuso tener niños. De este modo, se tomaron en serio criar a un par de renacuajos a los que llamaron Bojan y Pedro.
Poco a poco, Ibra se dio cuenta que Pep les quería más a ellos. Cuando salían a jugar al parque les hacía más caso; jugaba más con ellos y a Ibra le iba dejando cada vez más apartado hasta que, una mañana tomando Cola-Cao, Pep se hizo una pregunta, ¿necesito a Ibra para ser más feliz en mi vida?
La respuesta era sencilla: yo sólo puedo con los niños, "este verano pido el divorcio y la custodia de los niños; él que se quede el dinero".
Y así parece ser que acabará este idilio. Sólo han hablado "dos veces en los últimos seis meses", admitió este miércoles Ibrahimovic, al tiempo que confesó: "ya no me quiere". Para agudizar esta crisis, Pep le puso los cuernos incitado por Joan Laporta. Ahora se ha arrimado a David Villa e Ibra ha quedado relegado a un lugar secundario y prescindible. Pep incluso ha quitado del salón las fotos de la 'boda'.
Pero Ibrahimovic no se irá de vacío. Aumentó el pasado verano su salario hasta casi los 12 millones de euros (en el Inter sólo 9) y mantendrá dicha ficha para los siguientes cuatro años (tiempo de contrato que le resta con el club que entrena Guardiola).
Dentro de poco, cuando Ibrahimovic se 'desenamore', verá que económicamente ha salido ganando en este matrimonio. Puede que en el Milan de Ronaldinho encuentre de nuevo estabilidad y se sienta querido, y ganando un buen pellizco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esta boca es tuya