Ambos han sido testigos de la poca distancia que existe entre la gloria y el fracaso (bueno, en seguir cobrando pero perdiendo). Alberto Contador y Luis Fabiano fueron protagonistas deprotivos este pasado miércoles. El ciclista de Pinto porque al final, la "ínfima cantidad de clembuterol" encontrada en su sangre durante el Tour 2010 le va a suponer una sanción de un año y la pérdida de la susodicha ronda gala. El nombre del delanterio brasileño también es noticia debido a que, por una "ínfima cantidad de balón" no hizo gol (así lo dijo el árbitro y su asistente, Fermín) ante el Real Madrid en Copa.
Lo de Alberto es más grave, en el caso de Luis Fabiano se verá la gravedad del asunto en unos días con el partido de vuelta y el resultado total de la eliminatoria.
Al ciclista de Saxo Bank (que no Rabobank), la Real Federación Española de Ciclismo, le ha propuesto estar un año sancionado. Una propuesta casi peor que la de matrimonio (aquí te divorcias cuando quieras) y que está a camino de una sanción normal (dos años) y la no sanción. La Federación admite que Contador no se dopó (¡toma!) pero que al encontrar una "ínfima cantidad de clembuterol" debe sancionar. Haya sido por una pieza de carne contaminada o por la picadura de un extraterrestre.
De este modo, la imagen de Contador no se vería tan dañada pero perdería el pasado Tour en favor de Andy Schlek (quien reconoció que entró en depresión tras ser segundo).
En cuanto a la ínfima cantidad de balón que no entró (recordemos que debe traspasar el 100% (no el 99%) del balón para que sea gol, fuera de banda, etc) del Sevilla FC es difícil tomar una decisión. Y eso que tenemos las pruebas del delito grabadas en una cámara. Depende de las gafas que uno use verá blanco o negro...
Si los seres humanos no nos ponemos de acuerdo en una tontería así, con cámaras e imágenes tomadas desde ochocientos ángulos, ¿qué esperamos del resto?
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