lunes, 3 de enero de 2011

Alonso se equivoca antes de empezar la temporada


Sobre el asfalto ya se conocen a la perfección las facultades de Fernando Alonso. Fuera de ella, su timidez y 'alergia' a las cámaras, hacen que se desconozca la parte humana de Alonso. Es su intimidad, normal, hay que respetarla. Y si ve que no le respetan... pierde los nervios.

Tanto dentro de un coche como fuera de él, quiere que se le respete. Montado en el bólido ya quedó en evidencia en incidentes como el de Petrov. Cuando el ruso hizo una gran última carrera en 2010 y el asturiano le 'regañó' porque no permitió que le rebasara... Cierto que fue su mejor carrera del año, pero para eso le pagan.



Fuera del coche también hemos visto ejemplos de lo fácil que se deja llevar. El más reciente ocurrió en Porto Santo, una isla diminuta de Portugal, al lado de Madeira, con unos 42 kilómetros cuadrados (14 de ancho X 6 de largo). Allí amenazó y trató de chantajear a la prensa lusa para que no le siguieran... ¿saben lo que pasó? Todo lo contrario.

En esas ocasiones, necesita respirar, pararse a pensar. Frenar y no poner su cerebro a 250 km/h. No ser tan directo y, quizás, tan honesto. Seguro que en el momento de pronunciar su 'amenaza infantil', marchó diciendo... "ay, pero qué he hecho". O no. En cualquier caso, a este asturiano a la vieja usanza todavía le supera que una cámara le persiga. En el vídeo se ve que no pretende enfadarse y lo dice con buena intención, pero las consecuencias son inversamente proporcional a su propósito.

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