A Casillas le salió del alma. Normal, es como si en mitad de una fiesta viene alguien y te dice "sí, ahora te lo pasas muy bien pero el lunes a las 8 tienes que estar en la oficina" (venga no me jod...). Carlos Latre, el showman de segundo plano tras Pepe Reina, gritó al final de la celebración: "¡Y ahora a por la Eurocopa!" No era el momento, ¿a que no Iker?.
Y es que Reina tiene asegurado el puesto en la Selección por mucho tiempo, da igual que en unos años no tenga reflejos... lo importante es que esté a tope en cada celebración.
A la fiesta de Madrid no faltó ni Paul. El pulpo al que le queda un año de vida pero que le espera un funeral de Estado. Lamentablemente, nadie ha dado el primer paso para que sea nombrado mascota oficial de la Roja. Poquita sensibilidad.
Poquita no, ninguna sensibilidad hay en el vestuario de España. Un equipo de fútbol es de lo más 'perro' (cabrón) que pueda haber. Lo del programa 'Sálvame' se queda pequeño al lado de esto. Cesc lo comprobó el lunes. ¡Qué más da que haya en juego millones de euros! Al catalán le hicieron una emboscada y le pusieron la camiseta del Barça como si fuera una camisa de fuerza. Más quisiera él llevarla en septiembre, de Wenger y Rosell depende.
Y punto final a Sudáfrica; ahora toca disfrutar de 4 años de fiesta diciendo que somos campeones del Mundo... ¡Y que el sol salga por donde quiera!
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