Sobran las palabras. La duda que me entra es quién habrá sentido más vergüenza: él, su jefe, los lectores o su familia. Así se gana la vida una parte de la prensa deportiva. Y, cuando a veces explico que la prensa de Cataluña me parece forofa y que la de Madrid empieza a convertirse peligrosamente en ello (en algunos casos la conversión es total) me refiero a este tipo de columnistas:


El titular de la primera columna no tiene desperdicio. Creía que versaba de
Dark Vader y el lado oscuro o
Chewaka y su relación con
Chyngrynskiy.
Da moral pensar que algún día podría ganarme la vida de esta forma.
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Esta boca es tuya